Una de las grandes ventajas de nuestras estufas y chimeneas a leña Bosca, es que permiten controlar el ingreso del aire a la cámara de combustión. Pero además, cuentan con el sistema de doble combustión, que se basa en reducir los residuos de la primera combustión, logrando que con la misma cantidad de leña obtengamos más calor durante más tiempo. La doble combustión es una forma eficaz de aprovechar al máximo las ventajas del fuego, aumentar la eficiencia y reducir el material particulado que se me emite al ambiente. El proceso tradicional de combustión ocurre cuando encendemos el fuego, ingresa el aire primario que golpea las brasas de la leña y esto genera una serie de residuos en forma de gas y sedimentos, que son expulsados por el tubo de la estufa. Esta es la manera en la que funcionaban las chimeneas y estufas hace unas décadas, pero es poco eficaz y contaminante. En nuestra búsqueda de la eficiencia, en Bosca ocupamos el sistema de doble combustión para todas nuestras estufas y chimeneas a leña. La segunda combustión aprovecha precisamente los residuos que se generan en la primera.